viernes, 24 de abril de 2015

Tesoros del pasado...

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  Esta no es una crepypasta, aunque muchos no la consideren real. En todo el mundo se ha sabido de estos casos, en los que una familia que vive en un terreno viejo, la mayoría haciendas, sueñan que alguien les ofrece un tesoro, o sueñan en sí ver el tesoro en algún lugar de la propiedad; en otras ocasiones no es claro el mensaje, pues aparece en forma de símbolos que tienen un significado específico y hacen del mensaje algo más complejo.
  En algunas ocasiones esto es peligroso, pues muchas veces, quienes guardan el tesoro, o el tesoro mismo, prefiere intercambiar. Esto es más visto en familias con niños pequeños. Quien guarde el tesoro, ya sea fantasma o algún otro ente, suele pedir al niño a cambio de la fortuna; esto se ve en el sueño cuando la entidad aparece con el infante de la mano, en brazos o de formas similares, y a veces con el tesoro a sus alrededores si llega a aparecer. Uno sin saber que significa aquello, decide desenterrar el tesoro en el lugar donde en el sueño le han indicado, le ha visto, o donde estaba parada la entidad, y al encontrarlo no pasa mucho tiempo antes de que el pequeño muera....
   La ciencia puede decir que es la reacción de los vapores y de más componentes que se generan al estar tanto tiempo encerrada tal cantidad de metal, pero eso solo debería afectar a quien abriera el recipiente, cosa que no suele ser con niños cerca; por lo tanto, no se puede explicar con exactitud porque han llegado a pasar estos casos.
  En otras ocasiones no se sueña con el tesoro ni intercambios, esto por lo general ocurre cuando es el tesoro mismo el que quiere ser encontrado, pero de igual manera se corre el riesgo de que tome a alguien de la familia al azar, siendo siempre más susceptibles los niños. En estas ocasiones el tesoro se mostrara con señas o símbolos, tales como un brote de agua sin explicacion alguna, o cuarteaduras en el suelo que incluso llegan a romper el pavimento aunque esté recién construido. También llegan a aparecer en inexplicables hundimientos en la tierra o en lugares donde el suelo es infertil, pues se dice que no dejará nada crecer hasta que lo saquen de ahí.

  Esto me ha parecido bueno ponerlo aunque sea como una curiosidad. Los tesoros que reclaman salir con o sin sus guardianes, son muy comunes en sitios donde hubo ya otras civilizaciones o donde hay fantasmas de quienes fueron alguna vez gente acaudalada y tan codiciosa que escondió su dinero, pero ya fallecidos se arrepienten y quieren dejarlo a alguien. pocas son las ocasiones en que no intercambian el tesoro por una vida, pero no es imposible mas sí arriesgado intentarlo.
  A mi familia le pasó ya algo así, con un par de indios que quisieron cambiar el tesoro durante 3 generaciones, pero sabiendo bien del tema, nadie lo reclamó y supuestamente permanece ahí en la propiedad. La mujer aparecia ante la familia en sueños, agarrando de la mano al niño más joven de la generación, y el indio a su lado cargando una enorme hoya con piezas de oro puro. Siempre aparecian debajo de un árbol que rara vez floreaba, pareciera moribundo, y nosotros pudimos saber que querían un hijo, quizá uno que en vida perdieron.
  Tiempo después apareció un brote de agua en otro lugar del terreno, y era tan la cantidad de líquido que no se pudo poner bien el piso que se estaba haciendo en la construcción. No nos pareció extraño, pues también se dice que cuando quiere ser encontrado, el tesoro suele cambiar de lugar. Quizá esto lo hace para tentar más, haciendo creer a las personas que en cualquier momento pueden perderlo para siempre y que acepten más rapida o bruscamente el trato y lo saquen.

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  Quizá esta historia no sea tétrica o cosa similar, pero es una leyenda muy viva que aún puede encontrarse, especialmente en América del Sur, e involucra fantasmas y cosas simbólicas y paranormales.
  Sin más, me despido y espero que nos veamos pronto de nuevo. Gracias por leer.

˜DeathNightMoonlight˜

lunes, 20 de abril de 2015

Adios querido amigo...

  Vale, ya he regresado con otra historia, también es de un payaso pero para mi no es de miedo, es curiosa más que nada...hasta cierto punto tierna y es que lo extraño. Como sea, otra cosa, evitare poner mensajes a menos de que la historia no sea mía, entonces si hay algo antes de la historia, serán aclaraciones y cosas así.
  Sin más, vamos por la historia...
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  Por lo general la gente tiene una mala impresión de los payasos, y las razones son muy validas, o al menos la mayoría. Esta es otra historia de un payaso, una que me ocurrió antes que la primera; sin embargo, esta no da miedo, al menos a mi no...
  Cuando tenía unos 3 años más o menos, visitaba mucho a unos tíos que vivían justo al lado de la casa de mi abuela. Me encantaba jugar ahí porque aunque era una casa pequeña, tenia 3 pisos que dejaban muchos lugares a esconderse entre el mobiliario. Un día, justamente jugando a las escondidas encontre un muñeco en un enorme ropero, estaba en la parte más alta, pero de igual forma logre escalar entre cajones y repisas para alcanzarlo.
  Era un pequeño payaso, de no más de 30x 20 cm aproximadamente, su ropa y gorrito en punta eran bicolor dividido justo por el medio, lucía un rosa casi vino y verde fosforecente. En la punta del gorro tenía una motita peluda de color blanco o amarillo, no recuerdo muy bien y los colores de su maquillaje eran similares a los de su ropa, con una tierna sonrisa. Aquel muñeco tenia manos y cabeza de plástico, siendo el resto de peluche, pero noté una dureza especial en su pecho y bajé a la sala a hablar con mi tía, de quien era el muñeco. Ella me dijo que era un payasito de cuerda y me mostro como usarlo.
  Aunque pareciera algo tétrico, en ese momento no lo veía de esa forma; la cuerda de la caja de música en su interior, funcionaba girandole la cabeza como el exorcista. En cuanto tenía cuerda, la figurita que estaba sentada movía la cabeza y los brazos hacia los lados, suavemente al ritmo de la melodía, como si bailara, y como siempre me han gustado las cajas de múscia me fascinó aquel juguete.
  Desde ese momento cada que iba a visitar a mi abuela pasaba a jugar también con el payaso, a tal punto que mi tía terminó por regalarmelo una vez que estaba por irme. Me dijo que lo cuidara mucho porque era algo viejo y además era su muñeco favorito, que había tenido desde que era una niña. Yo lo cuidé mucho y lo cargaba a cada momento del día, dejandolo solo cuando comía para que no fuera a mancharse, ya que solía comer con las manos.
  Al cabo de casi un año pasó algo raro. Ya había tenido problemas con el pequeño, pues se trababa un poco su cabeza o a veces no giraba bien al darle cuerda, pero aquella tarde todo acabó. Estaba dibujando en la cama de mis padres mientras mamá hacía la comida cuando comenzó a tocar solo, yo lo mire apenas unos segundos antes de ir a decirle a mi mamá y llevarla conmigo; es algo predecible el que cuando ella llegara el muñeco estuviera quieto, pero gracias a que no la deje irse pudo verlo. Le pedí que lo reparara de nuevo, pues seguramente por un error del mecanismo se había activado solo, pero en realidad yo veía desde hace una semana más o menos, que el payasito se veía algo cansado, un poco más apagado.  Ella solo me dijo que lo haría en otro momento y mientras lo dejara así, pero justo cuando se iba, el muñeco comenzó a tocar de nuevo, esta vez más lento y suave aunque no llegando a dar miedo; su múscia duró apenas un par de minutos antes de que se detuviera y su cabeza cayera junto a una almohada, rodando después hacia mi.
  En ese entonces mi madre solo atinó a tomarlo y arrojarlo a la basura, pues según ella no tenía remedio ya que el mecanismo que lo hacía funcionar era algo complejo; sin embargo, al cumplir los 12 años me di cuenta de lo que en verdad pudo haber pasado. Estaba ya viejo, bastante para haber pasado 3 generaciones en la familia y yo le tenía mucho cariño, seguramente esa ultima canción fue una pequeña despedida, pues al ver su cabeza, lejos de darme miedo, sentí tristeza, pues yo veía que algo le faltaba y parecía dolerle algo. Seguramente "murió" ese día, queriendo darme una ultima melodía antes de dejarme...

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˜DeathNightMoonlight˜





viernes, 10 de abril de 2015

Los niños con ojos negros.

   He regresado con nueva creepy. No se que tan conocida sea, y tampoco es mía, pero espero les guste. aqui abajito les dejo el link original donde vienen otros creepypastas.

http://www.taringa.net/posts/paranormal/16456295/Creepypastas-poco-conocidas.html

  Son descritos como personas jóvenes, casi siempre niños; con ojos de un color negro absoluto y sin diferenciación entre la escalera, la pupila o el iris. Los diversos reportes de encuentros con estos seres alrededor del mundo coinciden en una sola cosa: que los niños son rodeados por un aura casi sobrenatural y siempre peligrosa. A veces los reportes hablan de un encuentro con uno o dos, siempre descritos como niños confiados y elocuentes que intentan persuadir a la víctima para que los deje entrar a su hogar para usar el teléfono, para descansar o un sinfín de excusas más; incluso hay historias en las cuales 'piden' ser acompañados o que se les de un aventón a casa. La víctima entonces comienza a estar de acuerdo con sus peticiones, aún si aparecen algo perturbadoras; o al menos hasta que notan que los ojos de los niños son completamente negros.

   Y si es que el niño se da cuenta de que la víctima lo ha notado, comienzan a actuar de forma enojada e insistente; al grado que algunos testigos creen que los niños pueden estar usando alguna especie de control mental de bajo nivel para obligarlos a acceder, o que de alguna forma tienen habilidades hipnóticas.
   No existe una descripción o un consenso de qué puedan ser, o que explique el porqué el color de los ojos; y las múltiples teorías van desde fantasmas, demonios, vampiros e incluso alienígenas que buscan aparecer 'comunes' ante sus víctimas (similar a la descripción de Slender Man y su apariencia básica); pero todos los testigos están de acuerdo en que los niños de alguna forma buscan acceder a una casa o vehículo, y que son incapaces de entrar por su cuenta (compárese con algunas leyendas de vampiros).

   El origen de la leyenda data del 16 de enero de 1998, publicada por el periodista Brian Bethel en una página web que trataba sobre encuentros paranormales.


La historia es la siguiente:

   "No sabría como llamar a esta historia si la estuviese enviando para ser publicada en Fate o algo por el estilo. De todos modos, el título 'Brian vs. los Niños Malvados, de Ojos Negros, posiblemente Vampíricos o Demoniacos pero de Ninguna Maldita Forma Niños Normales' no suena demasiado bien, pero al menos es un título correcto, y como muchas cosas inició de forma inocente...
   Mi Proveedor de Servicio de Internet solía tener sus oficinas en un centro comercial antes de mudarse a sus (comparativamente) mejores instalaciones en no sé donde. Había un buzón en el edificio y debía el pago de la mensualidad, así que por obra y Gracia del Internet, decidí ir.

   Eran aproximadamente las 9:30 cuando fui. De mi departamento relativamente apartado al centro de la ciudad hay unos 10 o 15 minutos de camino (Abilene tiene una población de unos 110,000).
   Al lado de la antigua sede de Camalott Communications se encuentra un cine. En ese momento, el lugar proyectaba esa obra maestra del cine moderno, Mortal Kombat. Conducí frente al cine para estacionarme y aproveché el brillo de la marquesina para escribir mi cheque, y me asustó un toquido en la ventana del copiloto. Volteé y vi a dos niños mirándome desde la calle. Necesito describirlos, pero omitiré si rasgo definitivo (que ya imaginarán cual era) y que no noté hasta que ya llevaba rato conversando con ellos. Ambos parecían estar en esa época casí mística de los niños en los que no sabes decir a ciencia cierta su edad. Ambos eran chicos y por mi impresión inicial, debían tener entre 10 y 14 años.

   Niño no.1 era el que hablaba. Niño no.2 jamás dijo nada durante la conversación (al menos no con palabras).
   No.1 era algo más alto que su amigo, usando una sudadera con capucha con una especie de patrón a cuadros, y jeans. No le ví los zapatos. Su piel era morena y tenía cabello rizado. Tenía un aire de confianza silenciosa.

   No.2 tenía la piel pálida con pecas. Su característica principal es que parecía nervioso. Se vestía de forma similar a su acompañante, pero su sudadera era de un verde pálido. Su cabello era de un naranja brillante. No parecían familiares, al menos no de forma directa.

   "Oh, genial", pensé. "Me van a asaltar", y de pronto todo cambió.
   He explicado esto antes, pero en beneficio de cualquier nuevo lurker; diré que justo antes de experimentar algo extraño, hay un cambio en la percepción, y que describiré de forma similar a como escribí allá arriba. Es esa sensación de que sabes que ya es demasiado tarde. Así que, ahí estaba yo, llenando un cheque en mi auto (que aún estaba prendido) y de pronto siento pánico por la apariencia de dos niños pequeños. Me confundí, pero definitivamente me sentí víctima de una sensación sobrecogedora de miedo. El hablante sonrió y por alguna razón inexplicable, eso me heló la sangre. No pude sentir la respuesta de corre-o-pelea, y de alguna forma sabía instintivamente que algo no estaba bien; pero no sabía bien qué era.

   Bajé el cristal un poco y pregunté "¿Sí"?. El hablante sonrió de nuevo, de forma más ancha esta vez. Sus dientes eran muy, muy blancos.

   "Hey, ¿qué pasa, señor? Tenemos un problema.", dijo. Su voz era la de un joven, pero su dicción, calma y... algo que no sabría decir qué... me hizo sentir ganas de salir corriendo de ahí. "Verá, mi amigo y yo queríamos ver la película pero olvidamos nuestro dinero", continuó. "Necesitamos ir a nuestra casa para ir por él. ¿Nos ayudaría?"
   De acuerdo A los periodistas se nos pide hablar con mucha gente, y eso incluye niños. He hablado con muchos de ellos. Así pasa siempre: "Uh. S... S... S... Señor, ¿puedo ver esa cámara? No la romperé. Lo prometo. Mi papá tiene una cámara y me deja agarrarla a veces, y tomarle fotos a mi perro. No fue una buena foto porque mi dedo salió en medio y--"... Añade pies moviéndose y movimiento corporal y tienes un niño típico hablando con un extraño.

   Para abreviar, son por lo regular tímidos. La gente por lo regular les enseña que cuando deben hablar con adultos, por lo regular deben estar molestándolos y por alguna razón u otra necesitan ser corteses. Este chico de ninguna forma era del mismo molde. Su comando del lenguaje era increíble, y no mostraba señas de temor. Me hablaba como si mi ayuda fuese una conclusión predeterminada. Cuando sonrío, era como si dijera "Sé algo... y no te va a gustar. Pero la única forma de que sepas qué es, es si haces lo que te digo..."

   "...Uh, bueno..." Fue lo mejor que pude decir. Ahora, aquí es donde se pone raro.

   Su compañero silencioso lo miró con una mezcla de confusión y culpa en el rostro. Parecía algo sorprendido no por la forma de hablar de su amigo, si no porque no abrí la puerta de inmediato, me miró nervioso. El hablante me miró algo perturbado, como si supiera que estaba buscándoles algo raro.
   "Vamos, señor..." El hablante dijo de nuevo, suave como la seda. Un vendedor de autos podría aprender algo de este chico. "Queremos ir a casa, y solo somos dos niños pequeños."
   Eso me aterrorizó. Algo en el tono y la dicción mandó una serie de alarmas a mi cerebro. Mi mente intentaba procesar frenéticamente que percibía que algo estaba mal con estos dos.
   "Eh... Uhm..." No podía decir otra cosa. Me sentí clavando las uñas en el volante. "¿Qué película quieren ver?" Pregunté finalmente.
   "Mortal Kombat, por supuesto." Dijo el hablante. El silencioso asintió y retrocedió tras su amigo.
   "Oh", dije. Observé rápidamente la marquesina y el reloj en mi auto. Mortal Kombat había empezado una hora atrás y era la última función de la noche. El silencioso me miró, más y más nervioso. Creo que vio mis miradas y sospechó que estaba detectando que algo iba mal.
   "Vamos, señor... déjenos entrar. No podemos entrar hasta que nos deje, ya sabe." Dijo suavemente el hablante. "Solo déjenos entrar y nos iremos antes de que lo sepa. Iremos a la casa de nuestra madre." Entablamos contacto visual.
   Para mi horror, me di cuenta de que mi mano estaba en la manija de la puerta y estaba en el proceso de abrirla. La retiré de inmediato y de forma algo violenta. Pero eso me obligó a no mirar a los niños.
   Los miré de nuevo. "Er... Um..." dije débilmente y entonces mi mente volvió en sí, en un enfoque agudo. Por primera vez vi sus ojos, eran negros como el carbón. Sin pupila. Sin iris. Solo dos orbes negros que reflejaban la luz roja y blanca de la marquesina. Entonces mi expresión me delató. El silencioso tenía una expresión de horror que parecía indicar dos cosas: A) Ocurrió lo imposible, y B) "¡Ya se dio cuenta!"
   El hablante, por otro lado, estaba furioso. Sus ojos brillaron intensamente en la media luz.
   "Vamos, señor", dijo. "No lo lastimaremos. Tiene qué DEJARNOS ENTRAR. No tenemos armas..."
   Esto me asustó a más no poder, porque con ese tono prácticamente estaba diciéndome "No NECESITAMOS un arma."
   Entonces se dio cuenta de que estaba moviendo mi mano hacia la palanca de velocidad. Las palabras finales del hablante contenía una furia que era absoluta, y aún así parecía también sentir pánico.
  "¡NO PODEMOS ENTRAR SI NO NOS... DA... PERMISO!"
   Entonces arranqué en reversa (gracias a dios no había nadie detrás) y salí del estacionamiento. Vi a los chicos en mi visión periférica y entonces volteé súbitamente para verlos bien. Se habían ido. La banqueta frente al cine estaba desierta....

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˜✝☾DeathNightMoonlight☽✝˜

martes, 7 de abril de 2015

Los inquilinos

  Hola de nuevo. No creí volver a escribir tan pronto, pero bien, he recibido ya la colaboración de una amiga que quiso compartir una historia. Gracias por ayudar a este blog a crecer.
  Y bueno, sin más por el momento, aqui esta la historia.
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   Esta anécdota viene ya de algunos años atrás, justo después de que el contrato de renta de uno de los departamentos que mi familia tiene venciera. Pese a que mi padrino empezaba a considerar el pedir las llaves de nuevo por algunos problemas con los inquilinos, no pudo evitar llevarse una sorpresa cuando le pidieron la cancelación de dicho convenio.
   La pregunta más obvia en ese momento era preguntar el porqué; y la respuesta de igual manera fue algo extraña pues solamente alego que el departamento ya no le gustaba y que el motivo por el que su hijo tenía el pie fracturado era a causa de estar ahí.
   No se indago más y apenas hubo desalojado –Cosa que fue cuestión de un par de días, como si solo estuviera esperando firmar para irse- se empezó a restaurar los desperfectos para poder ponerlo nuevamente habitable. Al principio todo parecía normal, era el clásico desgaste de un lugar que ha estado ocupado y no se le ha cuidado; pero no importaba que la temperatura fuera elevada, en el interior siempre se sentía frío.
   Con el paso de las semanas, las cosas empezaron a complicarse un poco, ya no solo era el hecho de tener que traer, como menos, un chaleco dentro del departamento en pleno verano para soportar el frío, si no que varias de las herramientas estaban fuera de su lugar o incluso pasaban días antes de que pudiéramos encontrarlas.
   Mi padrino no presto atención, mi madrina empezó a sentirse incomoda ahí; yo simplemente iba a ayudar un poco y a pasar tiempo con mi prima.
   Fue en una de esas visitas esporádicas que yo hacía cuando; caminando de espaldas para poder ver al rostro a mi prima en uno de los pasillos del departamento que escuche con claridad como alguien pronunciaba mi nombre, tal vez eso no debería extrañarme… de no ser porque ocurrió cuando estábamos solas y la mención fue por un nombre por el cual ningún familiar mío suele llamarme. Pensé en que tal vez había escuchado algo más, suele pasarme al ir distraída pero justo cuando lograba convencerme de esa idea, volví a escucharlo: Mi nombre en la suave voz de un niño junto con un escalofrió que recorrió toda mi columna.
   Mi prima tuvo que chasquear los dedos frente a mí para que yo regresara de mis pensamientos, le pregunte si había escuchado algo pero lo negó inmediatamente para preguntarme él porque; pero tras restarle importancia nos quedamos en el espacio que hacía de comedor el cual tiene media pared cubierta con un espejo, que en palabras de la esposa del anterior arrendador “hacia parecer el doble de grande el comedor” y queda en “L” a una ventana que da a la calle. Tiradas en una colchoneta, pensativas de que película poner, levante la vista al espejo solo para ver el reflejo de un niño que corría por el patio. Casi enseguida de ver esa imagen, el escalofrió volvió a recorrer mi espalda y sin preguntar nada, jale a mi prima con la excusa de ir a comprar algo.
   Regresamos solo hasta que vi que mis padrinos habían vuelto a la casa, no dije nada, seguro me tirarían de loca. Tratamos de avanzar un poco más pero de nuevo no teníamos toda la herramienta necesaria y al final decidimos comer algo antes de irnos. No llevábamos demasiado
ahí cuando mi madrina volteo hacia la ventana para casi enseguida levantarse sin despegar la vista de la ventana.
   Cuando preguntamos sobre lo que ocurría solo atinó a decirnos que alguien se estaba asomando, una mujer de cabello recogido y con el rostro muy difícil de distinguir… Su marido y yo volteamos a vernos, las cortinas estaban corridas y era imposible que alguien se asomara por ahí.
   Después de eso, la sensación de frio siguió invadiendo el departamento con mayor ahínco y la media hermana de mi prima nos comentó que en una de las ocasiones que estuvo de visita, logro ver como el hijo del antiguo inquilino se “Cayo” en el patio, como si hubiera sido empujado. Incluso mi padrino, quien es recuente a creer en cosas de ese estilo, empezó a sentirse incomodo ahí y tras algunas peticiones de parte de su esposa termino accediendo a que “una amiga cercana de la familia” –uso este término al no saber realmente como nombrarla- fuera a ver la casa.
   Actualmente el departamento es propiedad de unos familiares nuestros que apreciamos mucho y que han venido huyendo de la violencia del norte del país. En los primeros meses de su estadía solo algunos libros desaparecieron del lugar y las visitas de esta “amiga de la familia” aumentaron.
   Hoy solo nos queda estas historias como anécdota… pero mi madrina procura ya no sentarse junto a la ventana y yo procuro tener algo de música reproduciendo cuando estoy ahí.

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˜DeathNightMoonlight˜

lunes, 6 de abril de 2015

Un Adorno peculiar...

  Buenas las tengan y bienvenidos a este nuevo blog que espero tenga muchas visitas!
  Para comenzar pondre yo una historia, pero esto no es ningún creepypasta, pues sabemos que los creepys son historias inventadas. Esto es algo que en verdad me paso y que realmente no recuerdo con exactitud grandes detalles, pero sí los importantes. Sin más por ahora, comienzo y espero lo disfruten.
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  A lo largo de mi vida, he tenido encuentros pequeños con distintos muñecos o figuras, incluso simples imágenes, que pretenden intimidarme y asustarme...algunas lo lograron, pero muy pocas son las que llegan a hacer lo mismo con mi madre. Esta historia yo no la recordaba, hasta que ella me la contó, haciendo resurgir esos recuerdos que quizá suprimí de forma inconsciente.
  Fue una tarde hace no muchos años, aún estudiaba en la preparatoria cuando una tarde en mi casa, buscando fotos viejas para un trabajo, me encontré con aquella foto. En ella estaba yo con un pajarillo en la mano, sonriendo.
  A primera vista era de ese tipo de imágenes que no tiene nada de especial, uno se enfoca en el objetivo principal sin prestar atención a los detalles del fondo o los bordes, pero cuando la vi por inercia dirigí la mirada a la esquina superior derecha del papel. Ahí estaba...aquel horrible payaso que colgaba de su paracaidas, aquel que en ese entonces me veía mientras tomaban la foto, y que a pesar de ya no existir sentía que me veía desde la imagen...
  La figura era un payaso con un colorido traje de una sola pieza, los colores vivos y brillantes dividían el traje justo por la mitad. Sus zapatos, grandes como es la costumbre, tenían un color anaranjado viejo, el cabello esponjado y rizado, parecía una mala copia del peinado de -ESO- en un fuerte color azul...y finalmente, su cara... Tenia grandes detalles para ser un simple móvil de plástico, de esos que ponen sobre la cuna de los niños. Los pliegues en la ropa, las costuras de los parches que tenía pintado el traje, las arrugas de desgaste en los zapatos por la forma en que se doblan al caminar, casi podía verse cada cabello que tenía su peluca.....pero su rostro era lo peor de todo, siempre sonriendo, con tantas arrugas que no se sabía si era una sonrisa psicópata o el payaso era alguien mayor, todo debajo del maquillaje blanco y azul, con su nariz de un rojo carmín sumamente especial. Y por si eso no fuese suficiente, los ojos también tenían detalles desde el molde, pues también ahí se veían incluso los parpados, no teniendo que hacer gran cosa con la pintura para darles vida, pero aún así, el verde de sus ojos lo hacía peor, pues se sentía su mirada apenas lo sacamos de su caja.
  Aquella figura fue un regalo de una tía que ya no recuerdo, a mi papá le fascinó, a mi madre le dio igual y a mi en un principio me emocionó, hasta que lo colgamos en la sala donde normalmente jugaba. El primer día todo fue normal, el segundo, comencé a sentirme extraña, como si me vigilaran...al tercero me di cuenta de que el payaso me veía, cada que pasaba frente a él giraba para seguir viéndome. Le dije a mi madre y en un principio dijo que no pasaba nada, hasta que vio que le tenia miedo y decidió sacarlo al patio al día siguiente. 
  Todo siguió normal después de eso, al menos dentro de la casa, pues si llegaba a salir, el viento empezaba a soplar levemente para que el payaso se moviera y pudiera verme, y eso mi pero lo notaba y comenzaba a ladrarle a la figura. Ya no me gustaba jugar afuera.
  Mi madre, no se percató de esto hasta tiempo después, cuando regresábamos de visitar a mi abuela. Apenas entramos el viento sopló y la mirada del payaso se clavó en nosotras mientras el perro le ladraba con fiereza. Mi madre le tuvo mucha atención esa vez, pero no hizo nada aún. Después de eso ya no era solo conmigo, a mi madre también la seguía cuando tendía la ropa o hacía algo en el jardín, cada que entraba de la tienda o si solo iba a darle de comer al perro. Aquel payaso la miraba ayudado por el viento, sin importar cuantas vueltas tuviera que dar la cuerda de su paracaidas, desenrredandose solo cuando nos había perdido de vista.
   Al darse cuenta de esto ultimo, mi madre decidió tirarlo, pero mi padre dijo que mejor se lo llevaba, pues le había gustado mucho. Ella le dio la oportunidad de que lo hiciera, y así se quedó otra semana en el patio. Como mi padre no se lo llevaba, no quiso recordarselo y lo metió a la basura, pero se salvó otras 3 semanas antes de poder librarnos de él: la primera semana no pasó el camión de la basura; la segunda se rompió la bolsa y el camión se fue, llevandose solo lo que habíamos alcanzado a darle y dejando de nuevo al payaso; la tercera, veníamos llegando de una visita a mi abuela cuando vimos irse al camión....
  Para muchos será coincidencia, pero para mi no. Ese maldito muñeco se salvó hasta la cuarta semana, porque quería quedarse con nosotros, quien sabe para que, pero no íbamos a averiguarlo. 
  Su recuerdo lo tengo presente ahora, ya sin poder olvidarlo, quizá porque una parte de mi lo ha superado, pero aún así esa foto me sigue dando escalofríos....sigue ahí, en la caja de recuerdos....y cada que paso esa página del álbum.....se siente como si observara.....


˜DeathNightMoonlight˜